Investigadores de cuatro regiones del país se reunieron en la Universidad Arturo Prat para analizar los avances del proyecto científico “Humedales depuradores: Reutilizando agua para la agricultura”. La iniciativa busca comprobar la efectividad de soluciones tecnológicas basadas en la naturaleza, para mitigar la escasez de agua a lo largo de Chile y es financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

El proyecto es liderado por la Universidad Austral de Chile (UACh)  a través de su Centro de Centro de Humedales Río Cruces de esa casa de estudios. También es integrado por científicas y científicos de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat en Iquique, y su Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (CIDERH); la U. de Playa Ancha, UPLA (Región de Valparaíso); y la U. Católica del Maule, UCM (Región del Maule).

La actividad, organizada como un Seminario, se efectuó en la Sala Humberto Lizardi del Edificio de Rectoría de la universidad, en Iquique, e incluyó además reuniones de trabajo y salidas a terreno.

Los humedales artificiales son sistemas que utilizan en su construcción y funcionamiento recursos de la naturaleza: principalmente especies vegetales, la energía solar, fotosíntesis, microorganismos y materiales como gravillas y arenas, entre otros. Además de ser opciones sustentables y eficientes para la purificación del agua, los humedales depuradores se caracterizan por un bajo costo de funcionamiento. Incluso su operación y mantenimientos son sencillos. Asimismo, cuando son adecuadamente diseñados y administrados, no producen malos olores. Esto porque son sistemas de tratamiento que pueden remover materia orgánica, nitrógeno y fósforo, por lo cual, el agua tratada evita la “eutroficación”. Es decir, se impide que aumenten excesivamente los nutrientes que generan la proliferación de patógenos, hedor o turbiedad. Los humedales depuradores se incorporan al paisaje, favorecen la vida silvestre, ayudan a mitigar efectos del cambio climático y pueden funcionar en zonas de climas fríos y cálidos. Otro beneficio es la generación de empleos antes y después de su habilitación.

La investigación tiene entre sus principales objetivos medir en esas cuatro regiones, la eficiencia de humedales artificiales que depuran aguas residuales para su reutilización en agricultura y forraje. La iniciativa, conocida también como “Proyecto ANID Sequía”, cuenta con el apoyo de científicas y científicos de la U. de Aarhus (Dinamarca), U. de Bolonia (Italia) y U. de Florida (Estados Unidos).

 

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